"Un llamado urgente a proclamar el Evangelio"Ro. 10:13-15
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Texto Base:
Romanos 10:13–15 “porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!”
Introducción:
Introducción:
En este pasaje el apóstol Pablo presenta una verdad muy importante que la salvación está disponible para todos, pero depende de que el evangelio sea predicado. Aquí encontramos una cadena inquebrantable que conecta la predicación con la salvación de las almas. Sin predicadores, no hay mensaje; sin mensaje, no hay fe; y sin fe, no hay salvación. Si no se habla de Cristo, no se pueden creer ni ser salvos. Hoy, en este culto misionero, recordamos que la iglesia tiene la tarea de llevar el evangelio a quienes aún no lo han escuchado. Dios nos llama a actuar, porque muchas almas necesitan ser salvas.
Desarrollo:
Desarrollo:
I.-La Universalidad de la Salvación (v. 13)
I.-La Universalidad de la Salvación (v. 13)
"Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
"Exégesis: El uso de “todo aquel” indica que la salvación es para todos, sin distinción de raza, género, o condición social. Todos tienen acceso a la salvación si invocan a Cristo.
No hay fronteras para el evangelio. El mandato es universal, y la iglesia tiene la responsabilidad de llevar este mensaje a todos los pueblos y naciones.
Hechos 2:21 “Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.”
II.-La Necesidad de Proclamar el Evangelio (v. 14a)
II.-La Necesidad de Proclamar el Evangelio (v. 14a)
"¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído?
"Exégesis: Nadie puede invocar a Cristo si no ha escuchado de Él. Este versículo plantea una pregunta retórica que subraya la urgencia de la predicación.
Aquí se muestra la importancia de los misioneros que llevan el mensaje de Cristo a los que nunca han oído. La fe viene por el oír
Romanos 10:17 “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”
Hechos de los Apóstoles 4:12 “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.”
III.-El Rol de los Enviados (v. 14b)
III.-El Rol de los Enviados (v. 14b)
"¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído?"
Exégesis: Si no predicamos, las personas no tendrán oportunidad de creer.
La evangelización es el medio ordenado por Dios para llevar a las personas a conocer a Cristo.
La iglesia debe enviar a aquellos que prediquen el evangelio a lugares donde Cristo no es conocido.
Mateo 9:37–38 “Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.”
Marcos 16:15 “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.”
Lucas 24:47 “y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.”
Hay millones de personas en la Ventana 10/40 y otros lugares que aún no han escuchado el nombre de Jesús. La iglesia tiene la responsabilidad de llevarles ese mensaje.
La Ventana 10/40 es un término que se refiere a una región geográfica que se encuentra entre los 10 y 40 grados de latitud norte. Esta área incluye partes del norte de África, el Medio Oriente y Asia. Se conoce como una región de gran necesidad misionera por varias razones:
Mayor concentración de personas no evangelizadas: La mayoría de la población en esta zona nunca ha escuchado el evangelio de Jesucristo.
Religiones predominantes: Islam, hinduismo, budismo y otras religiones no cristianas son dominantes en esta región.
Pobreza extrema: La Ventana 10/40 incluye algunos de los países más pobres y con menos acceso a servicios básicos.
Restricciones religiosas: En muchos países de esta región, el cristianismo es perseguido o tiene severas restricciones, lo que dificulta la evangelización.
Esta ventana se ha vuelto un enfoque central para el trabajo misionero, con la meta de llevar el evangelio a aquellos que aún no lo han escuchado.
IV.-El Llamado de los Misioneros (v. 15a)
IV.-El Llamado de los Misioneros (v. 15a)
"¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?"
Exégesis: Para que el mensaje llegue a las personas no alcanzados, es necesario que haya personas dispuestas a ser enviadas. Este envío es tanto una responsabilidad de la iglesia local como una respuesta obediente del misionero.
El envío de misioneros debe ser parte integral del ministerio de la iglesia. Las iglesias deben ser agentes activos en la preparación y apoyo a quienes van a las misiones.
Isaías 6:8 “Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.”
Mateo 28:19–20 “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
V.-La Belleza de la Obra Misionera (v. 15b)
V.-La Belleza de la Obra Misionera (v. 15b)
"Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!"
Exégesis: Esta cita de Isaías 52:7 resalta la belleza de quienes llevan el mensaje de salvación. Los pies representan el movimiento hacia las naciones para proclamar la paz y reconciliación con Dios.
La labor misionera es hermosa a los ojos de Dios y es un privilegio llevar las buenas nuevas de salvación a los que no conocen a Cristo.
Conclusión:
Conclusión:
Debemos responder al llamado de Dios, enviando y apoyando a misioneros, reconociendo que la salvación es para todos, pero necesita ser proclamada.
Que este pasaje nos inspire a tener un corazón misionero, orando por obreros y participando activamente en la obra de llevar el evangelio a todo el mundo.
Cada creyente tiene un papel en la obra misionera, ya sea yendo, enviando, o apoyando. ¡La misión es de todos!